POEMAS

A LA DERIVA

A la deriva vago,

porque ya no busco ningún puerto.

No tengo pena ni dolor alguno,

no tengo angustia ni desasosiego.

Perdí la facultad de preocuparme,

de discernir lo cierto de lo incierto,

y en esta niebla vago, felizmente,

por no ser responsable ya de nada.

 

 

EL CUADRO

 

Con tu silencio haré un cuadro

que contenga nuestros besos

nuestros soles apagados

mitad sombra y mitad fuego.

Y cuando la noche llegue

llena de tinieblas tristes

miraré este cuadro hondo,

hondamente silencioso,

de mi silencio en el tuyo.

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