Hay un tiempo que mide la distancia entre tus pasos y los míos. Un tiempo que advierto en la agilidad de tus piernas, que presiento en el alcance de tu mirada, que anida bajo tus cabellos, y se agranda en el hueco que dejas cuando te levantas. Yo te miro marchar, como quien mira volar una cometa y sé que siempre serás otra cuando vuelvas, porque la vida nunca nos regresa al mismo lugar. Saco mi cámara y capturo uno de estos instantes mágicos, en el que aún eres mi niña y yo tu padre, disparándote todo mi amor.
Manoli VF©