El día dos de cada mes, Asunción Buenaventura salía del cuadro, se sentaba con Don José al calor de la vieja estufa, y fumaban puros «Don José Correa» hasta que se les nublaban los ojos del humo y el cuerpo les pedía juerga. Entonces, como en un ritual acordado de antemano, Asunción se iba despojando de la ropa y Don José saboreaba cada trozo de carne que iba dejando al descubierto. Nunca se preguntaron por qué se juntaban siempre en día dos ni querían saberlo. El resto de los días, Don José se conformaba con aparecer de perfil en cada uno de los puros, y Asunción con decorar la pared de la vieja fábrica.
MVF©
Microrrelato seleccionado por la editorial Ojos Verdes Ediciones para integrar el volumen de Microrrelatos de Realismo Mágico EL Legado de Gabo, en homenaje al escritor Gabriel García Márquez.
Publicado en la revista Valencia Escribe (01/05/2017) https://www.yumpu.com/es/document/fullscreen/58321161/ve-33-mayo/26
(Imagen de origen: lysia.l.y.pic.centerblog.net/o/9d575f9a.jpg)
lascosasqueescribo 
Un micro fantástico, tanto por la historia como por la manera de contarla. Un abrazo, Manoli!
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Muchas gracias, David. Últimamente me estoy dejando envolver por las narraciones cortas y, dentro de éstas, las que tienen un punto surrealista (o de realismo mágico) parecen atraparme más (es curioso, porque una empieza una historia como quien encuentra un hilo, sin saber muy bien adónde llegará con la madeja 😉 )
Muchos besos, David.
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Los micros, el contar una historia en pocas palabras lo considero un Arte. Gracias por ésta entrada.
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Gracias a ti por comentar, Elrincondedanae.
Con los micros hay que echar mano de la elipsis y también de la imaginación del lector, que ayuda a completarlo. Un abrazo.
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Hola Manoli
Entiendo lo que dices de dejarte llevar. Es la mente de escritor, ja, ja… No podemos tenerla quieta. Y muchas veces no hay más que escuchar. Un personaje, un lienzo, una vieja caja de puros nos cuenta su historia… o vete a saber que otra historia. Me ha gustado mucho tu micro. Se te dan muy bien, cada vez mejor, ciertamente.
Muchos besos
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Muchas gracias, Isidoro.
Llevo unos días de parón literario forzoso, porque estoy temporalmente sin ordenador, y no me queda otra que volver a los cuadernos hasta que vuelva a disponer de él… Como soy inquieta trataré de subir algún micro a través de la tablet. Me alegra que te haya gustado este, me encanta jugar con lo onírico, el surrealismo y ese punto de absurdo en lo que cuento. Besazos y gracias por estar ahí.
P.D. Leí tu final de la saga de Lily el mismo día que lo subiste pero no hubo forma de poder comentarte (estaba con el móvil y no reconocía mi cuenta, vete a saber por qué) ME ENCANTÓ, así en mayúsculas, en cuánto pueda entrar en tu página te comento más al detalle.
Muchísimos besos.
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Ja, ja , que dependientes de la tecnología que nos hemos hecho… Menos mal que siempre llevamos la libretita. Yo estoy pasando unos dias en nuestra Galicia, y tengo que tirar de móvil, ja ja. Y no veas que sorpresa me he llevado que tengo cobertura en casa!!
Me alegro que te haya gustado el final de Lily, muchímas gracias a ti también por estar ahí
Un beso muy grande
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No veas cuánto! En mi caso el ordenador es casi una extensión de mi misma (guarda tantas memorias… jaja,)
En qué parte de Galicia andas, Isidoro?? No se por qué pero siempre que hablas del paisaje gallego pienso en la zona de Lugo… Te lo dice una orensana curiosa, jaja. En cualquier caso espero que disfrutes de estos días que estás pasando. Muchos besos.
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Ahora que acabo de abrir mi blog de microrrelatos y relatos cortos (de humor, casi todos), me he puesto a mirar un poco «lo que se cuece» y estoy viendo cosas muy interesantes, pero tú, Manoli, te llevas la palma. La profundidad, el desgarro, la empatía y la musicalidad de tus relatos es realmente admirable.
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Muchas gracias, Alalumbre. Por alguna razón se me había pasado tu comentario y no lo he visto hasta ahora que estaba revisando la configuración del blog (que me ha invertido el orden de las respuestas sin que sepa por qué) Ha sido una grata sorpresa descubrir tus palabras. Me alegra que mis micros te hayan dejado esa impresión. Un saludo.
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