
Tan pronto como llegamos a la casa de la laguna, Rubén comenzó a hablar de sus nuevos amigos. Siempre que estaba alegre decía que andaba cerca Lucas, y si mostraba el ceño fruncido echaba la culpa a Lili, la pequeña bruja que vestía de negro. Su fantasía era tan grande que no paraba de dar detalles sobre los niños: que si Lucas vestía pololos blancos y gorro cónico, mientras Lili llevaba encajes negros y tocados en el pelo; que si los dos habitaban en la laguna y se materializaban al tomar contacto con el agua, que si eran niños por el día y por la noche elfos… La verdad, ni yo ni mi marido, le hicimos caso, hasta que sacamos aquella foto cerca del lago.
Encapsulados, cual un par de duendes en una burbuja, vimos entonces a Lili y Lucas, con las extrañas ropas que describía Rubén, flotando en una gran gota de agua.
Texto basado en la imagen elaborado para el espacio Viernes Creativos de El Bic Naranja
https://elbicnaranja.wordpress.com/2017/07/28/viernes-creativo-escribe-una-historia-197/