Martín intentó matar el tiempo de todas las formas posibles: escondiendo el reloj debajo de la cama, concentrándose en el ahora para alejarse del segundero y hasta haciendo tortas con nata. Pero el tiempo continuaba, impasible, sonando en las campanas de la vieja torre y cambiando el color del día a su paso. Entonces Martín tomó la mejor decisión de su vida: cargarse el tiempo a la espalda.
MVF©

Y llevarlo lo más lejos posible, donde ya no molestara a nadie…
Saludos,
J.
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No sería mala idea, José A. Aunque todo depende de cómo se lo tomase el personal, el tiempo es una gran condena pero, también, un aliciente que nos motiva.
Muchas gracias por tu lectura y palabras.
Un saludo 😉
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Si no puedes con tu enemigo… Un micro brillante, Manoli. Y con carga de significado. Sin duda, el tiempo corre ajeno a nosotros, es altivo, soberbio e indiferente a nuestras alegrías o tristezas. Un abrazo!
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La verdad es que este micro ha despertado muchos comentarios en donde lo compartí, y es que el tiempo dicen, es el que nos vive. Y hay un dicho: No pasa el tiempo, somos nosotros los que pasamos. Martín lo que intentó es solo adelantarse un paso, uno solo, por si acaso.
Muchísimas gracias, David. Abrazo grande. 😉
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Buenas noches Manoli.
Te he nominado para el Blogger Recognition Award 2018. Puedes leerlo en:
https://misrelatosyotrascosas.blogspot.com/2018/10/he-sido-nominada-para-elblogger.html#comment-form
Te deseo una feliz semana.
Besicos muchos.
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Hola Nani.
Tu nominación me pilló por sorpresa, toda vez que llevo un tiempo desconectada de las redes y no he escrito con la asiduidad que solía. Por lo cual, entrar en el correo y ver que has pensado en mí para este reconocimiento me llena de gratitud y me motiva a la vez. Muchas gracias!!!!!
Leeré las bases del Blogger para recogerlo y subirlo.
Besos.
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