Quizás exista un árbol
que no parezca un árbol,
que sea igual que un pájaro,
que una flor entreabierta
que se sienta árbol solo
cuando quiere estar quieto,
y encamine sus ramas hacia
el desnudo limbo
de las múltiples formas
que aún no han sido creadas.
Quizás ese árbol sea un árbol solamente
cuando así lo pensamos
y él se sienta en su savia
un todo indefinido,
un anhelo risueño o una pluma de ave,
porque solo se adquiere conciencia
en la mirada que nos ve
y solo vive aquello que es nombrado.
Quizás,
si yo me siento una pregunta muda
una rueda que gira
o un cuerpo desligado
del lenguaje,
pueda ser todavía
ese verso imposible,
ese jueves perdido,
ese beso no dado.

MVF©